Severas repercusiones han tenido las medidas gremiales del sindicato de trabajadores del Sodre.
El director de la orquesta, tras haberse decretado el paro, mientras se tocaba una blanca con puntillo, paró su actividad, paralizándose en la mitad de la figura.
Los músicos, al ver que el director permanecía inmóvil siguieron tocando.
Murió un clarinetista que no estaba muy entrenado en lo de la respiración circular. A su vez, fue despedido, por desacato e incumplimiento de su tarea, uno de los percusionistas, quien había salido a fumarse un puchito. La defensa del percusionitsa alegó: "no sean malos, recién en el compás 54 tenía que tocar un platillazo y por como venía la cosa, por el pulso que llevaba la orquesta iba a tener para rato".
miércoles, 2 de noviembre de 2011
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