Después me di cuenta que no era así, y me pregunté si ese humo no saldría de nuestras cabezas, sería un poco extraño sí, pero quizás estábamos ante un nuevo fenómeno, quizás estábamos pensando más de lo permitido, como cuando el sistema empieza a andar lento en la computadora, bueno una cosa así, pero con humo residual.
Meteorología, alertó de una posible nueva saturación de nuestras cabezas, dio algunas recomendaciones.
Consejos para el humo:
- No exponerse demasiado al mismo.
- Si sentimos mucho olor a humo, posiblemente seamos nosotros el foco ígneo y no lo veamos porque el humo suele salir por las orejas. La recomendación es, automáticamente, dejar de pensar, y tratar de enfriar la cabeza sumergiéndola en un balde de agua, si se puede, fría.
- Tener siempre a mano un balde de agua, de modo de poder cumplir adecuadamente con el procedimiento recomendado en el punto anterior. Han llegado avisos de que una vez que la gente desconecta su cerebro y deja de pensar, no le da para buscar un balde y llenarlo de agua.
2 comentarios:
Estimado!!!. Era para saludarlo. Hoy parece que se intensifico la cosa, porque salí de casa y había nuevamente una niebla londinense muy sospechosa. Dicen que en Buenos Aires había menguado por lo que esto se explica únicamente por un efecto contagio típico en donde el que se cura primero es el que contagió.
Siga metiéndole!!!.
Que alegría tenerlo por acá.
Me preocuparé de que quien lea el blog pierda su tiempo de la mejor manera (sin ánimo de copiar el eslogan de un programita de tv).
Es cierto eso del contagio. Pero creo igual, y debe estar comprobado científicamente que la resistividad del uruguayo es mayor a la de cualquier otro personaje, eso hace que cualquier proceso demore más acá que en otra parte, doy fe de ello, así como con los electrones.
Habría que probar con un uruguayo, en una mano 220 v y en la otra una lamparita a ver cómo se prende, después intensificamos la experiencia y probamos abajo del agua, con presión elevada, vamos hasta La Paz para ver lo de la altura.
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